Los versos de Vicente Núñez cobran vida: crónica del desafío QR en homenaje al poeta
El pasado jueves, Aguilar de la Frontera se convirtió en un gran escenario poético gracias al desafío de códigos QR, una original propuesta que invitó a los vecinos y visitantes a redescubrir la figura y la obra del poeta Vicente Núñez de una forma muy especial. La dinámica era sencilla, pero no por ello menos emocionante: cinco códigos QR distribuidos en lugares clave vinculados a la vida y obra de Vicente Núñez esperaban ser descubiertos y escaneados. Con la ayuda de sus teléfonos móviles, los participantes fueron recopilando fragmentos del poema «La Albahaca«, con el reto final de ordenar los versos y reconstruir el poema completo.
La Albahaca
¡Oh, verde albahaca,
flor de mi huerto!
Ya mi casa no sabe
a mi recuerdo.
En la mesa no hay vino,
ni pan, ni besos.
Solo un vacío inmenso
llena mi pecho.
Cinco lugares, una misma inspiración
La ruta se podía empezar desde cualquiera de los cinco puntos del desafía, como es el emblemático IES Vicente Núñez, lugar de aprendizaje y homenaje diario al poeta. Allí, bajo el retrato de su rostro recortado en hierro en la pared, se pude dar el primer paso del desafío.
Otra parada fue la Casa de Vicente Núñez, un punto imprescindible para entender el origen y el alma del poeta. La fachada blanca y el azulejo conmemorativo fueron el escenario perfecto para rescatar uno de los versos.
Otro de los QR esperaba a los curiosos en la Escultura de Vicente Núñez, situada en la plaza donde el poeta parece seguir escribiendo eternamente. En dicho punto incluimos un segundo código identico al de la estatua, pero en la puerta de la Taberna «El Tuta» lugar de peregrinación diaria del poeta.
El recorrido también llevó a los participantes hasta el Ayuntamiento, sede de tantas iniciativas culturales inspiradas en su legado, donde el arte y la historia de la villa se entremezclan.
Por último, el código QR escondido en la puerta lateral de la biblioteca pública añadió un matiz más literario al itinerario, aunque la localización de la actual biblioteca no es en la que él echó tantas horas.





Una participación entusiasta y un final poético
Una vez reunidos todos los versos, el gran objetivo era ordenar el poema para “recomponer” la albahaca poética que Vicente Núñez nos legó.
El desafío QR no solo sirvió para difundir la obra del autor de una manera lúdica, sino que también fortaleció el vínculo de la comunidad con su patrimonio cultural. Gracias al uso de la tecnología, el legado de Vicente Núñez volvió a germinar en cada participante, como la albahaca que crece fresca en el corazón de la memoria colectiva.
El ganador del desafío fué Gonzalo Caballero Rosa, el cual tras recoger su premio, nos reconoció que algunos de los códigos le costó localizar. Enhorabuena y te esperamos en el próximo desafío.